Es normal que, tras la administración de un tratamiento de quimioterapia, pudiesen producirse cambios o alteraciones en la piel. Los síntomas más habituales son alteraciones de color (normalmente, enrojecimiento), descamación, picazón, sequedad severa, irritaciones e incluso acné. Calma: se trata de alteraciones que no son graves, si bien es aconsejable tratarlas a tiempo, para mantener la piel hidratada y con un buen estado de nutrición, y lograr con ello minimizar todo lo posible los efectos en fase aguda.
Los centros de belleza disponen de tratamientos específicos para cada caso, personalizando los protocolos de actuación según las necesidades de la piel de la paciente que ha acudido al iniciar sus sesiones de quimioterapia. Las esteticistas profesionales disponen de líneas de productos de hidratación intensa y de eficacia inmediata sobre la zona concreta en la que se detecte el problema.
Soluciones caseras
No obstante, existen una serie de recomendaciones generales para llevar a cabo un cuidado extra en casa. Por ejemplo, debe restringirse el uso perfume, agua de colonia, o en el caso de los hombres, loción para después del afeitado. Se trata de productos que, a menudo, contienen alcohol y/o ésteres de ácido ftálico (es el caso, por ejemplo, de esmaltes de uñas), que pueden ocasionar irritación en la zona y las mucosas, así como contribuir a una mayor deshidratación.
Para la evitar el picor es muy importante mantener la piel hidratada y nutrida con un buen bálsamo de cuidado en casa, tantas veces al día como sea necesario. Existe una extensa gama de productos faciales y corporales en las perfumerías y parafarmacias, que pueden ser de gran ayuda.
Piel y cuero cabelludo
Algunos fármacos administrados en la quimioterapia pueden extremar la sensibilidad de la piel al sol. Un buen protector solar y sombreros de ala ancha o viseras, a ser posible hechos a medida, son la mejor opción. Y deben emplearse sea cual sea la época del año; no sólo en verano.
Es importante proteger también el cuero cabelludo. Cubrirlo siempre con pañuelos de tejidos orgánicos, sombreros o pelucas. Y en este sentido, para quienes se encuentren con el cuero cabelludo reactivo, es bueno recordar que una solución puede ser una buena dosis de Aloe Vera natural.