Las horas de sueño disminuyen con la edad: claves para conciliarlo

¿Duermes cada vez menos tiempo? No es imsomnio, es la edad. Es un hecho que a medida que se envejece, menos horas se dedican a dormir durante la noche, pues las necesidades de sueño disminuyen a medida que transcurre la vida, aseguran los médicos. Aprende algunas pautas para tener una mejor «rutina» del sueño.

La National Sleep Foundation de EE.UU. asegura que dormir ocho horas no es el estándar necesario para todo el mundo, y menos cuando se alcanza la vejez. Y de acuerdo con la versión online de El País, los ancianos pierden la capacidad de conseguir un sueño continuo, lo que provoca que necesiten siestas a lo largo del día.

Aunque no está completamente  claro si las personas de mayor edad necesitan realmente menos sueño, o si no pueden superar unas horas determinadas del mismo, agregan los expertos consultados por este diario.

El cerebro, responsable del sueño

Investigadores de la Universidad de California en Berkeley (UC Berkeley) sugieren que el responsable es el cerebro. Pues con el paso de los años, es incapaz de otorgar el descanso necesario durante la noche debido al envejecimiento.

Olga Mediano, neumóloga y coordinadora del Área de Sueño de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), afirma que conforme se van cumpliendo años las personas duermen de forma “diferente”.

Pero esto no es nada extraño, pues solo se trata de la “evolución natural” que se experimenta desde los primeros años de vida, asegura la especialista.
¿La razón? Una de ellas es el adelanto del ritmo circadiano, que provoca sueño mucho antes y eso hace que puedan despertar mucho más temprano, explican.

Una buena «rutina» de sueño

Sin embargo, además de los cambios relacionados con el envejecimiento normal en los adultos mayores, en ocasiones pueden aparecer otros factores que causan trastornos del sueño.

El doctor Oriol Franch, jefe de la Unidad de Neurología del Hospital Ruber Internacional, destaca:

  1. Los cambios en el estilo de vida.
  2. La soledad.
  3. La enfermedad.
  4. Cualquier trastorno asociado con dolor crónico.
  5. Dificultades que provoquen despertares nocturnos.
  6. Algunos medicamentos también pueden contribuir a dormir mal.
  7. En la mujer, el sueño, además de estar influenciado por el paso del tiempo, está estrechamente relacionado con los cambios hormonales que suceden a lo largo de su vida.
  8. En el hombre, los problemas de próstata hacen que deba levantarse varias veces por la noche.

Si tienes dificultades para dormir sin interrupciones y conseguir una buena «rutina» de sueño, Franch ofrece algunos consejos:

  • Levantarse todas las mañanas a la misma hora.
  • Hacer ejercicio todos los días
  • No tomar bebidas estimulantes (café, té, colas).
  • Descartar las bebidas alcohólicas
  • Cenar por lo menos dos horas antes de la hora prevista para acostarse
  • No fumar antes de acostarse.
  • Orinar y descongestionar las fosas nasales antes de acostarse.
  • La habitación de dormir debe ser obscura y cómoda.
  • Evitar leer o ver televisión estando en la cama.
  • Evitar utilizar dispositivos móviles antes de acostarse.
  • Realizar actividades relajantes antes de dormir.
  • Si después de 20-30 minutos no se logra conciliar el sueño es mejor salir del dormitorio.

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