Ya no cabe duda de que la población mundial está envejeciendo. Mientras que las tasas de natalidad de muchos países están desacelerándose. Ahora hay ya más personas mayores de 65 años que menores de cinco años. Algo que nunca antes había ocurrido. El dato es parte de una tendencia más amplia con grandes consecuencias –además de los sociales, más evidentes– para la productividad, la inflación y el crecimiento global, según dicen los economistas.
La población mundial no se está volviendo precisamente más joven. De hecho, se está haciendo mucho, mucho más mayor. Y eso tiene amplias implicaciones para el crecimiento global, según sostienen los economistas.
Por primera vez hay más personas en el mundo mayores de 65 años que menores de cinco años, según un análisis de Deutsche Bank de los datos de la Organización de Naciones Unidas, los datos de la consultoría estratégica Haver Analytics y la investigación global de la compañía.
Más mayores de 65 años
Los datos subrayan una tendencia económica más amplia de la que algunos economistas advierten a los clientes: la disminución de la tasa de natalidad conduce a un envejecimiento de la población, que se cree que conlleva una disminución de la productividad, la participación de la fuerza laboral y una inflación estancada.
Los resultados más indirectos de la disminución de la tasa de natalidad también pueden tener un impacto en factores macroeconómicos como la propiedad de vivienda.
Torsten Sløk, economista internacional de Deutsche Bank, señala que la población mundial de menores de cinco años se ha mantenido relativamente estable durante las últimas dos décadas, mientras que la población de mayores de 65 años no ha hecho más que aumentar.
«La cuestión clave para los inversores en acciones, tasas y crédito es si la economía global puede generar suficiente crecimiento de la productividad para compensar estas tendencias demográficas», comenta Sløk. «Y para [las divisas] la pregunta es qué partes del mundo se verán más afectadas que otras por una desaceleración demográfica en el crecimiento».
Se conoce como un fenómeno en el que los ahorros aumentan y la inversión se ralentiza, lo que hace que el crecimiento económico se detenga. Summers, el ex secretario del Tesoro de la era Clinton y director del Consejo Económico Nacional de la era Obama, ha argumentado que el fenómeno puede ser el «desafío macroeconómico que defina nuestros tiempos».
Menores tasas de natalidad
En general, la tasa de natalidad en todo el mundo han caído por debajo de los niveles de «reemplazo», o por debajo del nivel que puede soportar el crecimiento de la población, explica Ed Yardeni, presidente de Yardeni Research. Y ese ‘baby bust’ pesa sobre el crecimiento global.
Yardeni, que durante mucho tiempo ha escrito sobre el impacto económico del envejecimiento de la población, particularmente en China, revela que Estados Unidos tiene una tasa de natalidad ligeramente por debajo del reemplazo.
«Nuestra natalidad está en torno al reemplazo», declara Yardeni a Markets Insider en una entrevista el martes. «Así que no estamos tan mal en cuanto a falta de nacimientos ni en el camino a la auto extinción en el que están Japón, China y otros países».
Wall Street está notando el impacto más amplio del «estancamiento» asociado con el envejecimiento de la población. Por segundo mes consecutivo, el tema domina la encuesta de Global Fund Manager del Bank of America Merrill Lynch, que toma el pulso de cómo los gerentes de grandes cantidades de dinero ven los mercados y las economías globales.