9 de cada 10 personas no poseen formación para cuidar a un familiar con alzhéimer

Acabamos de celebrar el Día Mundial del Alzhéimer (21 de septiembre), y un reciente estudio hecho público acaba de señalar que 9 de cada 10 cuidadores de personas con este padecimiento no tienen la formación suficiente para hacerse cargo de un familiar con Alzhéimer.

Un estudio realizado por la Confederación Española de Alzheimer (CEAFA) y la Fundación Sanitas, llamado “El cuidador en España. Contexto actual y perspectivas de futuro y propuestas de intervención”, ha recogido en un estudio los retos y preocupaciones de los cuidadores de personas que viven con esta enfermedad.

El cuidado de una persona con Alzhéimer acarrea importantes preocupaciones. Destacan la sobrecarga mental o física que supone el cuidado, el coste económico del mismo y la falta de adaptación del hogar a las nuevas necesidades del cuidado.

De hecho, 4 de cada 10 cuidadores declaran que necesitarían ayuda externa para poder cuidar adecuadamente a la persona que vive con alzhéimer y en el 32,6% de los casos no lo hacen por falta de presupuesto.

Y es que el coste del cuidado de una persona que vive con Alzhéimer alcanza los 31.000 euros anuales, según el estudio realizado por CEAFA y la Fundación Sanitas. En un contexto económico que sitúa el sueldo medio en España en torno a los 24.000 euros al año, muchas familias no pueden asumir todo el gasto u ofrecer toda la ayuda que precisa su familiar.

Consecuencias físicas y psíquicas

Con respecto a los retos a los que se enfrentan los cuidadores, destacan la falta de tiempo para el autocuidado, en primer lugar, la conciliación laboral en segundo y la conciliación con la familia el tercero. Esta constante falta de tiempo puede derivar en sobrecarga mental o fiscal; de hecho, esta es la principal preocupación de los cuidadores.

En algunos casos, la falta de tiempo, de recursos económicos y de formación puede generar en una frustración conocida como el síndrome del cuidador. «Se trata de un trastorno que aparece en el cuidador principal de una persona dependiente. Se caracteriza por el agotamiento físico y psíquico», señala Pedro Cano, director de Innovación Médica de Sanitas Mayores.

En este sentido, cuatro de cada diez encuestados consideran que necesita apoyo externo para la gestión de las emociones, entre las cuales el estrés o la ansiedad seguida del miedo y la frustración por la enfermedad son los sentimientos negativos más habituales.

Además de la afectación psíquica, los efectos del cuidado pueden verse también en la salud física, por ello, un 65% considera necesario realizar actividad física o acudir al fisioterapeuta para ofrecer un correcto cuidado.

Necesidad de formación y asesoramiento

«Según aumenta la edad del cuidador disminuye su capacidad para tratar y cuidar de manera correcta al mayor y cubrir de forma adecuada los cuidados que el enfermo requiere. El estudio que hemos realizado destaca que en un 57% de los casos los cuidadores se hacen cargo de su familiar con Alzhéimer durante más de dos años, a medida que envejece la persona con Alzhéimer, envejece el cuidador», explica Cano.

La demencia se considera uno de los principales motivos de discapacidad y dependencia entre la tercera edad en todo el mundo, según datos de la OMS. El Alzhéimer es el tipo de demencia más común, acapara entre un 60% y un 70% de los casos.

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