Asistencia Familiar ofrece a los emprendedores un autoempleo a partir del cual construir una empresa responsable y rentable

Asistencia Familiar propone a todos aquellos emprendedores que estén o no vinculados al mundo de los mayores y las personas dependientes, y que quieran tener una vinculación profesional al mismo a través de un autoempleo con un negocio propio, un concepto de franquicia merced al cual unirse a una cadena de agencias que funciona, y que no deja de crecer.

La dependencia en España

Que la población noroccidental va envejeciendo es un hecho constatable. Y con una alarmante frecuencia encontramos familias que no pueden cuidar de sus mayores, o de personas con discapacidad, bien por incompatibilidad con sus horarios laborales, bien por otros motivos, precisando contratar los servicios externos de una empresa como Asistencia Familiar. Casi dos décadas después de su fundación, esta empresa especializada en el ámbito de la ayuda a domicilio denuncia el abandono que –como consecuencia de la crisis de los últimos 7 u 8 años– sufre el mundo de la dependencia; casi desde la entrada en vigor de la ley que supuestamente venía en su apoyo.

«Sé que hay gente a la que no le gusta escuchar en la misma frase los términos ‘negocio’ y ‘asistencia domiciliaria’», argumenta Javier Cepedano Valdeón, director general de Asistencia Familiar, «pero quien esté buscando una actividad como autoempleo que, además de ser gratificante en el día a día, sea interesante económicamente hablando querrá oír hablar de beneficios, por mucho que nos estemos refiriendo a ayudar a los mayores, atender a los dependientes o asistir a las familias…».

Modelo de autoempleo

A partir de 9.500 euros, el emprendedor puede entrar formar parte de una cadena de iguales, que luchan a diario por hacer saber a la gente lo mucho y bien que Asistencia Familiar está haciendo por toda aquella familia o empresa que precisa de: ayuda a domicilio para personas mayores o discapacitadas, del cuidado de niños pequeños, de ejercicios de rehabilitación psicofísica para personas con algún trastorno cerebrovascular, de simples labores domésticas para cualquier hogar o de la limpieza de comunidades de vecinos.

«Además cuenta con la posible gestión de centros de día y residencias de la Tercera Edad o la formación de profesionales cualificados en el sector sociosanitario», aclara Roberto Herrera, franquiciado responsable del área madrileña de Fuencarral y El Pardo. «La verdad es que se trata de un concepto de negocio que no sólo no te limita, sino que te permite llegar lo lejos que quieras; y la central te anima a ello».

Su sistema de gestión, que cuenta con el certificado de calidad según la norma ISO 9001/2000, está pensado para favorecer el autoempleo, y se encuentra a disposición de aquellos emprendedores que quieran trabajar bajo el paraguas de su marca, mediante la obtención de una franquicia; para aprovechar una imagen consolidada y un reputado modelo de gestión empresarial, que le ha llevado ya a abrir con éxito, en las casi dos décadas que tiene de existencia la marca, medio centenar de unidades operativas.

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