Los juguetes y el cerebro de los niños

Sin duda, los juguetes desempeñan un papel primordial en la vida de los más pequeños, ya que además de servirles como distracción, son herramientas que contribuyen a su desarrollo cognitivo, físico y social, y por supuesto una interminable fuentes de alegría, creatividad e inspiración. Ahora, un equipo de científicos ha analizado el cerebro de los niños, para ver cómo influye la cantidad de juguetes en la capacidad de concentración de nuestros hijos.

Con respecto a los juguetes, el número de ellos que es conveniente, su calidad o su supuesta función educadora, y tal y como sucede en todo aquello relacionado con la crianza de los más pequeños es importante encontrar el equilibrio: demasiados podrían ir en contra de lo que desea el cerebro de los niños.

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Menos es más

De ahí que un equipo de investigadores de la Universidad de Toledo, en Estados Unidos, han conseguido demostrar que contar con numerosos juguetes durante la infancia influye de forma negativa en la capacidad de concentración y en la creatividad de los niños. El informe de este trabajo ha sido publicado en el portal Infant Behavior and Development.

Para llevar a cabo el estudio, los científicos evaluaron el comportamiento de 36 infantes que fueron distribuidos en dos grupos. Al primer grupo se le asignó cuatro juguetes, mientras que el segundo dispuso de 16. Cada niño tuvo la oportunidad de disfrutar de una sesión individual de juego durante la cual los investigadores observaron su comportamiento.

El cerebro de los niños

De esta forma pudieron constatar que los niños con menos cantidad de juguetes colocaban significativamente mayor atención a cada uno de ellos y su actividad con los mismos era más creativa; el niño analizaba el objeto e interactuaba con este desde distintas perspectivas mejorando así su concentración.

Lo contrario ocurrió con los niños que disponían de 16 juguetes, pues su juego resultó de peor calidad, puesto que se dispersaba la atención de los menores y dedicaban más tiempo a tratar de escoger entre las diferentes alternativas que a observar los juguetes y sus múltiples posibilidades.

Así, el estudio “sugiere que cuando en su ambiente se les proporciona menos juguetes, los niños pequeños disfrutan de períodos más largos de juego con cada juguete, lo que estimula un enfoque de exploración mejor y un juego más creativo”.

Entonces, ¿cuántos?

Todo esto nos lleva a la pregunta del millón: ¿cuántos juguetes deberían tener nuestros hijos? Los investigadores señalan que el estudio no apunta a una cifra exacta. Sin embargo, comparten que no creen que hay muchos niños que estén en peligro por no tener suficientes juguetes. Al contrario, la mayoría de familias tenían en promedio 87 juguetes por niño.

En estas épocas es fácil tener una excusa para comprarle más juguetes a los pequeños. Ante esto, es importante recordar que fomentar la imaginación y el juego son sanos, pero no dependen de un montón de juguetes. Un pequeño contento y concentrado en un sólo juguete desarrolla mejor su concentración que un niño sobrestimulado con varios juguetes a la vez. Es posible que si no puede concentrarse en una cosa, también le cueste poner atención en otros aspectos de su vida y se frustre fácilmente.

En cambio el pequeño con pocos juguetes, además de sentirse agradecido dejará que su imaginación sobresalga y se inventará mil ideas. Y es que todos recordamos que para jugar solamente se necesita ser niño.

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